Purchase instant access (PDF download and unlimited online access):
El cine español de los primeros años del franquismo se caracterizó por una férrea censura política y por la adopción de un modelo propagandístico de salvaguarda de los valores tradicionales católicos. La evolución de la dictadura moldeó estas formas de propaganda con la representación de personajes, temas y situaciones cuyos efectos aún se notarían en la Transición política a la democracia. Un caso claro es el tratamiento de la figura del exiliado republicano, que aparece en el tardofranquismo definido con una serie de estereotipos que apelan al retrato sentimental despolitizado. Este retrato oficial aparece encarnado por el actor Antonio Ferrandis en la película ¡Vente a Alemania, Pepe! (Pedro Lazaga, 1971), que prolongará su personaje en un film realizado durante la Transición, Volver a empezar (José Luis Garci, 1982). El modelo opuesto lo constituye Fernando Fernán-Gómez al interpretar a un derrotado de la guerra civil en El espíritu de la colmena (Víctor Erice, 1973) y El mar y el tiempo (Fernando Fernán-Gómez, 1989), películas que actúan como respuesta al modelo oficialista volviendo a situar la lucha política en el centro del problema del exilio.